Publicado el septiembre 12, 2024

La cultura en prime time no es un lastre para la audiencia, sino un motor de innovación si se diseña como un producto estratégico en lugar de una obligación.

  • El éxito no reside en simplificar el contenido, sino en aplicarle un «envoltorio narrativo» atractivo, como el formato thriller a la historia.
  • La financiación se optimiza mediante coproducciones estratégicas con instituciones culturales, creando valor compartido y propiedad intelectual exportable.
  • La rentabilidad de la cultura se mide no solo en cuota de pantalla, sino en «poder blando», impacto social y fortalecimiento de la marca país.

Recomendación: Dejar de ver la cultura como un coste y empezar a gestionarla como un activo de innovación, aplicando técnicas de diseño de producto del entretenimiento comercial para maximizar su alcance y relevancia.

Para cualquier programador de una televisión pública como RTVE, el dilema es tan familiar como paralizante: ¿cómo cumplir la misión de servicio público y divulgación cultural sin ver desplomarse las cifras de audiencia frente a la agresiva competencia privada? La respuesta convencional ha sido, durante años, una forma de capitulación estratégica: relegar la cultura a nichos horarios o a canales secundarios, asumiendo que es un producto intrínsecamente minoritario e incompatible con el prime time.

Esta visión, sin embargo, parte de un error fundamental. Confunde el rigor del contenido con la aridez del formato. Asume que el espectador medio rechaza la cultura, cuando en realidad lo que rechaza es el aburrimiento, el lenguaje académico inaccesible y la falta de una propuesta narrativa que le interpele. Las soluciones habituales —reportajes con voz en off solemne o magazines de plató estáticos— ya no conectan con una audiencia fragmentada y acostumbrada a la sofisticación narrativa de las plataformas de streaming.

Pero, ¿y si la verdadera clave no fuera «rebajar» la cultura para hacerla digerible, sino «empaquetarla» con la misma audacia y profesionalidad que un thriller de éxito o una serie de ficción? Este artículo defiende una tesis pragmática: el problema no es el qué (la cultura), sino el cómo (el diseño del producto audiovisual). La cultura puede y debe ser un motor de audiencia y prestigio para RTVE, siempre que se aborde no como una obligación a cumplir, sino como una oportunidad para innovar.

A lo largo de las siguientes secciones, desglosaremos un modelo operativo para lograr este equilibrio. Exploraremos cómo las narrativas de género pueden revitalizar la historia, cómo las alianzas estratégicas pueden financiar la calidad, y por qué medir el éxito de la cultura únicamente por su share es una visión incompleta que ignora su verdadero valor estratégico para la corporación y para la marca España.

Este análisis ofrece una hoja de ruta para que los gestores culturales y los programadores de televisión puedan transformar el aparente conflicto entre servicio público y competitividad en una sinergia poderosa. A continuación, el desglose de los puntos clave que abordaremos.

Por qué los programas de historia funcionan mejor si tienen formato de thriller

El principal obstáculo de la divulgación histórica en televisión no es el contenido, sino la percepción de que es una lección académica filmada. El espectador no busca un ensayo, busca una experiencia. La solución más eficaz es aplicar un «envoltorio narrativo» tomado de los géneros de mayor éxito comercial. Transformar un hecho histórico en un thriller, una investigación o un misterio por resolver cambia por completo la disposición del público.

Este enfoque no sacrifica el rigor, sino que lo potencia. En lugar de presentar los hechos de forma lineal y expositiva, se estructura la narrativa en torno a una pregunta central, se dosifica la información para generar suspense y se utilizan personajes como vehículos emocionales para que la audiencia conecte con el pasado. El éxito rotundo de ficciones como ‘El Ministerio del Tiempo’ es la prueba más evidente: la serie utiliza la historia de España no como un telón de fondo, sino como el motor de tramas de aventura y suspense, logrando un engagement masivo.

Contraste visual entre elementos históricos y técnicas cinematográficas modernas de suspense

Aplicar esta lógica a formatos de no-ficción es el siguiente paso. Un documental sobre la Guerra Civil puede plantearse como la resolución de un «caso sin resolver». Un programa sobre arte puede seguir el rastro de una obra robada. Al adoptar estas estructuras, se activan en el espectador los mismos mecanismos de atención y recompensa que en una serie de ficción, haciendo que el aprendizaje sea una consecuencia natural del entretenimiento. Se trata de un cambio de paradigma: de enseñar historia a hacer que la audiencia viva una historia.

Cómo coproducir con museos y teatros para financiar contenidos de calidad

Uno de los argumentos más recurrentes contra la programación cultural ambiciosa es su coste. Sin embargo, esta es una visión limitada que ignora el enorme potencial de las alianzas estratégicas con las propias instituciones culturales. Museos, teatros, fundaciones y filmotecas no deben ser vistos como meros proveedores de localizaciones o expertos, sino como socios de coproducción en un modelo donde todos ganan.

Para RTVE, estas alianzas suponen un acceso privilegiado a archivos únicos, a espacios de rodaje exclusivos y, lo más importante, al conocimiento de conservadores y expertos que pueden garantizar el máximo rigor. Para la institución cultural, una coproducción con la televisión pública es una plataforma de difusión inigualable que amplifica su misión y atrae a nuevos públicos. Como destaca Virginia Bazán, directora del Archivo RTVE, al hablar de producciones conjuntas, «esta producción es un claro ejemplo de la importancia de cuidar nuestro patrimonio audiovisual».

El modelo financiero puede estructurarse para compartir la inversión y los beneficios. Un acuerdo puede estipular que la institución aporta recursos en especie (acceso, expertos) a cambio de un porcentaje sobre las ventas internacionales del formato. Esto no solo alivia la carga presupuestaria de RTVE, sino que incentiva a ambas partes a crear un producto de alta calidad y exportable. Además, se pueden generar experiencias transmedia (visitas virtuales, contenidos web exclusivos) que refuercen tanto la emisión televisiva como la actividad de la institución, creando un círculo virtuoso.

Plan de acción para forjar alianzas culturales estratégicas

  1. Identificación de socios: Localizar instituciones con archivos, colecciones o espacios únicos y relevantes para la narrativa (Museo del Prado, Teatro Real, Filmoteca Española).
  2. Propuesta de valor: Presentar proyectos de coproducción donde la institución aporte contenido experto y acceso a cambio de visibilidad masiva y participación en beneficios.
  3. Modelo de financiación: Establecer un acuerdo de financiación compartida (cash + recursos en especie) con un reparto claro sobre los retornos de ventas internacionales del formato.
  4. Integración creativa: Incorporar a los conservadores y expertos de la institución no como meros consultores, sino como coguionistas o asesores de contenido para asegurar el rigor.
  5. Expansión transmedia: Diseñar desde el inicio contenidos digitales complementarios (realidad virtual, extras en RTVE Play) que beneficien y redirijan público a ambas entidades.

Magazine clásico vs Píldoras para redes: qué formato educa mejor a la Gen Z

La afirmación de que la Generación Z ha abandonado la televisión es una verdad a medias. Han abandonado el consumo lineal y pasivo, pero su apetito por el contenido audiovisual de calidad es voraz, siempre que se les ofrezca en los formatos y plataformas que dominan. El reto para RTVE no es atraerlos de vuelta al sofá, sino ir a buscarlos a su terreno —TikTok, Instagram, Twitch— con un ecosistema transmedia coherente.

El debate entre el magazine cultural clásico y las píldoras digitales es un falso dilema. No se trata de elegir uno u otro, sino de entender que cumplen funciones diferentes dentro de una misma estrategia. El magazine de 45 minutos en La 2 puede servir para profundizar en un tema con rigor, mientras que una serie de vídeos de 2 minutos en Instagram Reels puede actuar como una puerta de entrada, despertando la curiosidad con datos impactantes o visuales potentes que inviten a ver el programa completo en RTVE Play. De hecho, la propia RTVE ya ha visto los frutos de la adaptación, con un crecimiento de 9,2 puntos porcentuales en espectadores de 25-34 años gracias a sus nuevas estrategias.

Joven consumiendo contenido cultural en múltiples dispositivos simultáneamente

La clave es la curación editorial híbrida: el contenido debe nacer pensado para ser multiplataforma. Un mismo rodaje puede generar un documental para televisión, un podcast con la entrevista completa al experto, y una serie de clips verticales para redes sociales. Esta visión 360 maximiza el alcance y permite a cada segmento de la audiencia consumir la cultura de la manera que le resulte más natural y atractiva.

El siguiente cuadro resume las fortalezas de cada formato y cómo pueden complementarse en una estrategia integral.

Comparación de formatos de contenido cultural para diferentes generaciones
Formato Audiencia objetivo Duración Plataforma principal Engagement
Magazine clásico 35-65 años 45-60 min TV lineal Fidelización alta
Píldoras digitales 16-34 años 1-3 min TikTok/Instagram Viralidad alta
Formato híbrido transmedia Todas las edades Variable Multiplataforma Alcance máximo

El error de usar un lenguaje académico que expulsa al espectador medio en 30 segundos

El mayor acto de elitismo en la divulgación cultural no es elegir un tema complejo, sino explicarlo en un lenguaje que solo entiende una minoría. El uso de un jargon académico y una sintaxis enrevesada crea una barrera instantánea con la audiencia. El espectador medio no desconecta porque el tema sea «difícil», sino porque se siente excluido o, peor aún, tratado con condescendencia. La divulgación exitosa es, en esencia, un acto de traducción: convertir la complejidad en claridad sin perder el rigor.

La solución no es banalizar, sino utilizar las herramientas del storytelling para hacer accesible el conocimiento. Las analogías con la vida cotidiana, las metáforas visuales y, sobre todo, las historias personales son puentes que conectan conceptos abstractos con la experiencia del espectador. En lugar de definir «el claroscuro barroco», se puede contar la historia de cómo Caravaggio usaba la luz para ocultar sus secretos. El conocimiento se retiene mucho mejor cuando está anclado a una emoción.

Estudio de Caso: El lenguaje accesible en ‘El Ministerio del Tiempo’

La serie es una clase magistral sobre cómo la diversidad de registros enriquece y hace accesible la historia. Un espectador puede escuchar el español coloquial y actual de Julián (el enfermero del siglo XXI), que sirve como punto de anclaje con la realidad. Al mismo tiempo, se familiariza con el español formal y decimonónico de Amelia (la universitaria del siglo XIX) y se divierte con el castellano del Siglo de Oro de Alonso (el soldado del siglo XVI). Esta mezcla no solo es entretenida, sino que funciona como una herramienta de divulgación lingüística y cultural implícita, demostrando que la rigurosidad histórica no está reñida con la naturalidad y la conexión con el público.

La accesibilidad lingüística debe ser un criterio no negociable en el diseño de cualquier programa cultural. Implica un trabajo minucioso de guion, donde cada frase se evalúa no solo por su corrección, sino por su capacidad de ser comprendida y de generar interés. Es la diferencia entre un programa que «emite» cultura y uno que logra «comunicarla» de verdad.

Cómo justificar la inversión en un programa cultural que tiene un 2% de share

La tiranía del dato de audiencia diario es el principal enemigo de la programación cultural. Justificar una inversión basándose únicamente en la cuota de pantalla es una batalla perdida de antemano. Es necesario ampliar el marco y defender el concepto de «rentabilidad blanda»: el valor que un programa aporta en términos de prestigio, servicio público, innovación y reputación de la cadena. Un 2% de share en prime time puede parecer un fracaso, pero no lo es si ese programa gana premios internacionales, genera debate social, se convierte en material educativo o refuerza la imagen de RTVE como una institución de referencia.

Además, a menudo se magnifican las bajas audiencias sin ponerlas en contexto. La 2, el canal cultural por excelencia de RTVE, ha demostrado una notable resiliencia y crecimiento, alcanzando más de un 3.2% de cuota durante siete meses consecutivos en un entorno de fragmentación extrema. Estos datos, aunque modestos en comparación con La 1, demuestran la existencia de un público fiel y creciente para contenidos de calidad.

La clave está en presentar un argumentario de inversión que combine métricas cuantitativas y cualitativas. Junto al share, se deben presentar datos de consumo en diferido y en RTVE Play, el impacto en redes sociales, las críticas positivas en prensa especializada y el potencial de ventas internacionales. Como admite el presentador Pere Estupinyà, existe una tensión real: «La nueva dirección que hay ahora tiene unos criterios diferentes… la audiencia es más importante de lo que antes se consideraba». Esta realidad obliga a ser más estratégicos, no a renunciar a la calidad.

La nueva dirección que hay ahora tiene unos criterios diferentes, que obviamente los tenemos que respetar los que trabajamos allí: la audiencia es más importante de lo que antes se consideraba

– Pere Estupinyà, Presentador en La 2

Cómo una serie sobre adolescentes puede reducir las tasas de acoso escolar

El servicio público de una televisión no se mide solo por sus programas de divulgación explícita, sino también por su capacidad para influir positivamente en la sociedad a través de la ficción. Una serie juvenil ambientada en un instituto no es solo entretenimiento; es un vehículo potentísimo para abordar temas críticos como el acoso escolar, la salud mental o la identidad de género, generando un impacto social medible.

La ficción tiene la capacidad única de generar empatía. Al seguir las historias de personajes complejos y realistas, los espectadores jóvenes pueden comprender las diferentes facetas de un problema, ponerse en el lugar de la víctima, del acosador y del testigo silencioso. Una trama bien construida puede hacer más por la prevención del bullying que muchas campañas informativas, ya que no sermonea, sino que muestra las consecuencias emocionales de los actos.

Para que este impacto sea efectivo, la producción debe ser estratégica. No basta con introducir el tema de forma superficial. Es necesario contar con el asesoramiento de psicólogos y educadores, crear personajes creíbles que huyan de los estereotipos e integrar de forma natural recursos de ayuda en la propia narrativa. El éxito de formatos innovadores en RTVE, que logran atraer a una audiencia masiva, demuestra que el público está abierto a propuestas que rompen moldes. Este principio de innovación puede aplicarse para crear ficciones sociales que sean a la vez comercialmente atractivas y socialmente responsables.

Estrategias clave para integrar mensajes sociales en la ficción juvenil

  1. Crear personajes complejos y con matices que representen las diferentes perspectivas del problema (víctima, agresor, entorno).
  2. Integrar de forma orgánica y no forzada líneas de ayuda y recursos reales de organizaciones especializadas dentro de la trama.
  3. Desarrollar contenido transmedia complementario (foros de debate, entrevistas con expertos) para profundizar en el tema fuera de la pantalla.
  4. Establecer alianzas estratégicas con organizaciones educativas y de prevención del acoso para garantizar el rigor y amplificar el mensaje.
  5. Organizar visionados y debates en centros escolares, utilizando la serie como punto de partida para el diálogo con expertos y afectados.

BBC vs RTVE: qué podemos aprender del modelo británico de adaptación digital

La BBC es el espejo en el que se miran todas las televisiones públicas del mundo, y su transición digital es un caso de estudio obligatorio. Comparar su modelo con el de RTVE no debe servir para la autocomplacencia o la crítica destructiva, sino para identificar oportunidades de mejora concretas y realistas. El éxito de la BBC no reside en su presupuesto, sino en su visión estratégica de un ecosistema digital integrado donde cada pieza tiene una función clara.

La diferencia fundamental radica en la curación y la creación de marcas fuertes. Mientras que RTVE Play funciona a menudo como un gran repositorio de contenido ya emitido, BBC iPlayer es una plataforma con una curación editorial activa que recomienda, contextualiza y crea colecciones temáticas. BBC Sounds no es solo un agregador de podcasts, es una marca de audio reconocida por su calidad. Y BBC Bitesize es una plataforma de micro-learning que se ha convertido en una herramienta esencial para millones de estudiantes. RTVE tiene los mimbres para replicar esto, pero necesita una mayor inversión en la capa editorial y de producto digital.

Vista panorámica minimalista de un ecosistema digital integrado de televisión pública

El contexto español, con un rápido crecimiento del consumo híbrido (TV lineal + streaming), hace que esta adaptación sea urgente. Los datos indican un aumento espectacular en el tiempo que los espectadores dedican a estos nuevos formatos, con una media de 54 minutos por persona al día (+23% interanual). Ignorar esta tendencia es condenarse a la irrelevancia.

La siguiente tabla compara las estrategias de ambas corporaciones e identifica áreas de mejora clave para RTVE.

Comparación de estrategias digitales BBC vs RTVE
Aspecto BBC RTVE Oportunidad de mejora
Plataforma streaming BBC iPlayer (curación activa) RTVE Play (repositorio) Implementar curación editorial y personalización avanzada
Audio/Podcast BBC Sounds (marca fuerte) RNE Play (menor visibilidad) Potenciar una marca única de audio y podcast
Educación BBC Bitesize (micro-learning) Sin equivalente específico Crear una plataforma «RTVE Educa» con contenidos cortos
Personalización Algoritmos + editores humanos Básica Desarrollar un modelo híbrido humano-IA para recomendaciones

Puntos clave a recordar

  • El formato es el mensaje: El éxito de la cultura en prime time depende de un «envoltorio narrativo» atractivo que tome prestados códigos de los géneros de entretenimiento más populares.
  • La colaboración es financiación: Las coproducciones con instituciones culturales no solo reducen costes, sino que enriquecen el contenido y crean propiedad intelectual exportable.
  • La audiencia es transmedia: Para conectar con todos los públicos, especialmente los más jóvenes, es imprescindible diseñar un ecosistema de contenidos que integre la TV lineal con las plataformas digitales y las redes sociales.

El poder blando de las series: cómo la ficción española mejora la marca país en el extranjero

En un mundo globalizado, la ficción televisiva se ha convertido en una de las herramientas más poderosas de «poder blando» (soft power) de un país. Las series no solo exportan historias; exportan una cultura, un idioma, unos paisajes y un estilo de vida. El éxito internacional de la ficción española es un activo estratégico de primer orden para la «marca España», y RTVE, como motor histórico de la industria, juega un papel crucial en este escenario.

Cada vez que una serie de RTVE es aclamada en el extranjero, no solo se genera un retorno económico, sino que se construye una imagen positiva y moderna de España, lejos de los clichés. Esto tiene efectos tangibles en el turismo, la inversión y el interés por la cultura española. Como afirma José Pastor, director de Cine y Ficción de RTVE, una producción de calidad «cumple perfectamente con los criterios de servicio público que debe tener esta televisión», y ese servicio público incluye, hoy más que nunca, la proyección internacional del país.

El dominio de la corporación en el panorama nacional, donde las 30 emisiones más vistas de 2024 pertenecen a RTVE, le otorga una posición de fuerza única para liderar esta estrategia. La inversión en ficción de alta calidad, con potencial internacional, no es un gasto, sino una inversión en uno de los activos más valiosos del país: su capital cultural. Defender este punto de vista es fundamental para asegurar los recursos necesarios para seguir compitiendo en la élite de la producción mundial.

El siguiente paso es aplicar activamente este enfoque de «diseño de producto» a cada nuevo proyecto cultural. Empiece hoy a transformar las obligaciones del servicio público en oportunidades estratégicas de innovación y liderazgo para posicionar a RTVE como un referente cultural global.

Preguntas frecuentes sobre Divulgación cultural en prime time: el dilema de RTVE para cumplir el servicio público sin hundir la audiencia

¿Por qué es importante adaptar el lenguaje académico para la televisión?

El lenguaje académico puede crear una barrera inmediata con el espectador medio, que busca entretenimiento accesible y comprensible. La divulgación exitosa requiere traducir conceptos complejos a términos cotidianos sin perder rigor.

¿Cuáles son las técnicas más efectivas para simplificar sin banalizar?

Las analogías cotidianas, los ejemplos visuales concretos y las historias personales permiten explicar conceptos complejos manteniendo el interés. El uso de narrativas y casos reales conecta emocionalmente con la audiencia.

¿Cómo medir si el lenguaje es accesible para la audiencia general?

Implementar pruebas con grupos focales diversos, analizar los primeros 30 segundos de retención de audiencia, y revisar comentarios en redes sociales para identificar puntos de desconexión o confusión.

Escrito por Marina Alarcón, Showrunner y Guionista de Ficción y Entretenimiento. Diplomada por la ECAM con una década creando formatos para televisión en abierto y plataformas de streaming.